Finca Bota es una pequeña finca con 1287m² de terreno con muchos árboles como limones, almendros, mandarinos, olivos, laurel y naranjos. La carretera, un callejón sin salida, está asfaltada y es tranquila, pero hay un restaurante y una parada de autobús a poca distancia. La playa está a 15 minutos en coche, el pueblo más cercano a 10 minutos. La zona es maravillosamente rural, aparte de las gallinas y los pájaros no hay mucho que oír y el vecindario es relajado y agradable. La típica casa de fin de semana andaluza ha sido constantemente ampliada y mejorada a lo largo de las décadas y por eso hay un garaje que sirve de trastero, por lo que se ha añadido una cochera que sirve de garaje. En realidad, hay una terraza de entrada con unas vistas preciosas al jardín delantero, pero nunca se utiliza. En su lugar, se pasa a través de un pequeño patio lleno de flores, que alberga una fuente romana de mármol, a una enorme terraza acristalada, un invernadero de 45m² con vistas a la piscina. Dos de sus lados pueden abrirse casi por completo, creando una terraza orientada al sur perfecta tanto en invierno como en verano. Desde aquí se entra en la casa y se encuentra en el salón con cocina americana, que está conectado a un pasillo que conduce a los 3 amplios dormitorios y al cuarto de baño, así como a la terraza de entrada antes mencionada. La casa se encuentra en perfecto estado y está lista para entrar a vivir. En la zona de la piscina también hay un aseo y 2 trasteros. El jardín trasero con sus árboles frutales ha sido separado por muros, que podrían quitarse fácilmente para volver a conectar el jardín con el espacio habitable, o podría conservarse el carácter de patio. También hay una terraza en la azotea para tomar el sol y tender la ropa. También hay vistas a los campos que hay detrás de la casa. También hay una puerta para dar un paseo por los campos. Una gran casa con mucho encanto. ¡personalizada una joya!